Con la intención de promover mover ese hamster que todos llevamos dentro y q pocas veces usamos (algunos.. jajaja) estaremos compartiendo estas reflexiones que serán el preámbulo de una exposición verbal y fí­sica en vértice los viernes, es decir: platicamos, compartimos a través del sitio y las conclusiones las planteamos el viernes ya en persona.

Pues empezamos!.. Esta es la parte I de 2 de la reflexión que dará nuestro hermano Moncada el Viernes 8 de Febrero.

Todas las personas tienen algún momento en la vida en la que la búsqueda de rumbo ocupa el centro de su interés. Pero para los adventistas esta preocupación se extiende mucho más tiempo y es más honda. En parte porque la ligamos a una misión presente y a una promesa eterna.

Para ir al fondo del asunto hay que comenzar con la pregunta básica:

¿Existe el destino?

Es decir, ¿está predeterminado nuestro destino? Si la respuesta es sí­, no tiene sentido intentar definir un rumbo ¡porque ya está definido! Pero si no, tal vez tampoco haga falta porque no hay un camino y una meta obligada y prácticamente cualquier cosa podrí­a ser buena.

Entonces, ¿existe o no el destino?

Que inicie la discusión…

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