Los grandes temas de la vida tienen un halo misterioso cuando los planteamos en una escala cósmica. No es lo mismo hablar de mi salvación, personal, inmediata, directa, que del conflicto de los siglos, la gran controversia que ha sacudido los fundamentos del universo. Cambiar de perpectiva suele cambiar, también, la concepción que tenemos.

Probemos si eso ocurre con el tema del destino/plan de Dios para mi vida.

La segunda cuestión de la serie es la siguiente:

¿Es lo mismo buscar el plan para mi vida que el plan para el fin de semana próximo? ¿acaso se sigue el mismo proceso cuando intentamos conocer la voluntad de Dios para las macrodecisiones que para las micro? Si la respuesta es negativa, ¿cuál es la diferencia?

Y ultimadamente, ¿qué le preocupa más a Dios, que llegues a la meta o cómo llegaste? ¿los detalles o el resultado final?

—–
Escrito por Alberto Moncada, preparándonos para la reflexión del viernes en vértice este 8 de febrero. participa!

comments powered by Disqus