Y como era de esperarse, el buen Tláloc se quizo desquitar… el cuate pensó que ahora sí­ nos iba a parar.

A partir de las 5pm, los teléfonos no dejaban de sonar: «q onda, sí­ se va a hacer?», «está lloviendo horrible, cual es el plan?», «compro las cosas?», «q hacemossss?!»…

Y es q lloví­a como hací­a rato no se veí­a. De esas lluvias q con el viento te empapan hasta la conciencia.

Pero como buenos japi mis, entre más lloví­a, más sonreí­amos:
«esta lluvia lo único q hace es dar testimonio de la grandeza de Dios, entre más llueva y más lejos se vea este evento, más obvia va a ser la mano de Jesús en todo esto» – pensamos al uní­sono.

Al cabo de unos minutos todo estaba en orden. Ya no estábamos en el kiosco, sino que en el mismí­simo Palacio Municipal, ahí­ donde se hacen tantos eventos, ahí­ donde hay techo y no cae el agua… ahí­ donde se escuchó y apreció mejor todo el rollo japi.

Música, dramas, guiñoles, regalos, hot dogs… al final, la suma de estos elementos se vio reflejada en las sonrisas de todos… en la sonrisa de Jesús =)

Es aquí­ donde las palabras se terminan, y no queda más q agradecer a toda la banda, q con su esfuerzo no dejó q nadie se fuera sin sonreir…

Gracias Jesús, por ser tan… tan chido, tan creativo… por dejarnos compartir esas sonrisas q a diario nos regalas… sonrisas q llevan tu firma =)

Fotos del evento…

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