Pinta tu iglesia

Por: David Gutierrez
En De todo un poco
abril 19, 2009

Sueño con una iglesia donde todos los sábados sean “especiales” para visitas, y q esto sea una respuesta natural en mis atenciones a las personas q no conozco y no una fachada externa q fácilmente se me olvide.

Sueño con una iglesia donde me dé gusto invitar a cualquier amigo así­ como lo invitarí­a a una cena familiar donde el aroma a una buena comida espiritual, la fraternidad de compartir un buen chocolate “abuelita”, se saboreen desde q entras a la salita de tu iglesia.

Sueño con una iglesia donde disfrute la diversidad en el momento de adorar, donde la tolerancia supere a los gustos personales y cada estilo pueda verse representado. Donde pueda identificarme totalmente y esto me conecte con Dios.

Sueño con una iglesia q esté siempre unida en medio de la diversidad; conciente q para estar unidos hay q ser amigos, y para ser amigos hay q conocernos… donde una base muy importante para el avance de la congregación son las relaciones, lo social, siendo Jesús el eje que nos une.

Sueño con que la vestimenta no sea algo relevante, donde nos acostumbremos a recibir de manera natural a cualquier persona no asombrándonos por lo q traiga puesto; q sea la iglesia donde nos preocupe más la persona, lo q siente y no por lo poco q vemos por fuera.

Donde reconozcamos q todos estamos en el mismo camino, en esta aventura, el camino de la santificación y q todos somos pecadores; considerándonos menores a otros mutuamente, quitando las etiquetas sociales, de tí­tulos q muchas veces nos alejan… donde sea un privilegio darle el asiento a otro, sirviendo a los demás y dándolo todos por ellos, por mi iglesia, por Jesús.

Sueño con una iglesia que considere la tecnologí­a, las experiencias sensoriales, internet, etc., no como una opción q se podrí­a utilizar sino como herramientas indispensables para cumplir sus metas evangelí­sticas y estrategias de comunicación.

Sueño con ser miembro de una iglesia donde todos mis recursos estén a la disposición de los dirigentes, los demás hermanos y la iglesia en sí­… tal como lo hací­an en la primer iglesia. Y no solo mis recursos económicos, sino mi tiempo y todos mis talentos. Dios quiere todo de mí­, no solo una parte y es lo q quiero entregarle.

Quiero estar en una iglesia donde el programa sea simple en elementos y más profundo en contenido. Donde predomine el diálogo sobre el monólogo y el Espí­ritu Santo fluya tomando la dirección de cada sábado. Donde la liturgia responda a las circunstancias especí­ficas del momento y aporte lo necesario para edificar a la iglesia.

Sueño con una iglesia donde:

  • Me ayude a conectarme con Dios
  • Me enseñe a escuchar más q hablar
  • Me interese genuinamente por los demás
  • Fomente nuevas tradiciones reconociendo las existentes
  • Crezcamos juntos, ayudándonos mutuamente
  • Me capacite para ser mejor ser humano, esposo, hijo.. y padre ;)
  • No sea más acerca del número de cuantos nuevos llegan sino cuántos realmente están
  • Me preocupo por mi comunidad, por mi ciudad, por lo q no les conocen
  • Soy testigo de lo q Dios puede hacer, pero por q lo he vivido y esto me lleva a compartirlo con los demás no de una manera superficial solamente
  • Me ayude a descubrir y poner en acción mis talentos

Se q me dirás q casi todo esto viene como resultado de una relación con Jesús, q al existir Él en nuestras vidas todo lo anterior vendrá como consecuencia. Lo entiendo y así­ es. Sin embargo, la iglesia (me refiero a la congregación donde asista) debe proponer herramientas, elementos q faciliten todo lo anterior.

Hoy, verticianos, tenemos la oportunidad de moldear nuestra iglesia, no al cambiar las doctrinas, no al cambiar nuestra identidad como ASD, sino adecuarla a las necesidades de lo q estás viviendo, de tu entorno, tus amigos, de lo q necesitas para acercarte más a Dios. En pocos dí­as está por nacer la iglesia de San Pedro, Mty:

¿Que otro color le pondrí­as a tu iglesia?

Inspí­rate por acá:

(Este escrito no pretende ser una crí­tica despechada hacia la iglesia, sino todo lo contrario: la quiero más q nunca. Estamos, como ministerio, en el tiempo de proponer, innovar y ser factores de cambio, te animo a no distraerte en el camino y atender a la pregunta de qué propondrí­as para hacer de la iglesia de San Pedro, próxima a nacer, una iglesia con tu huella?)

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