Sucedió un 21 de mayo del 2011.
Isma decidió entregar su vida al Señor a través del bautismo.
Vimos como era sumergido mientras el agua rodeaba su sonrisa –sonrisa que no cabí­a en la alberca– para después emerger victorioso en los brazos del pastor Reyes.

Un pedazo de historia que nadie se quiso perder, una fiesta de esas que se disfrutan, la anécdota que todos queremos contar.

El calendario decí­a 21 de mayo.
Mientras algunos daban esa fecha como el fin del mundo (o algo por el estilo), para Isma significó su anhelado renacer y para Vértice un gozo enorme, acompañado de una renovación de nuestro compromiso por predicar el evangelio, por testimonio, a los amigos, a las naciones.

21 de mayo.
Un dí­a antes que Isma cumpliera 18.
Hoy es mayor de edad aquí­ en la Tierra, un recién nacido consentido del Padre que sigue festejando por éste, su hijo.

La música aún se escucha, estás invitado, let’s worship =)

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